Vivienda histórica rehabilitada junto a una antigua vía romana — Barcelona, Ciudad Condal En el corazón de Barcelona, donde las piedras aún susurran historias del pasado, se alza esta vivienda singular que, en su origen, fue una parada al costado de una vía romana. Hoy, gracias a una rehabilitación integral realizada con el máximo cuidado y respeto por su esencia, esta propiedad recupera su alma con una elegancia contemporánea. El proyecto de restauración ha sido meticuloso. Cada decisión ha sido tomada con esmero para preservar la estructura original, destacando elementos como la majestuosa arcada de entrada o las cavas subterráneas, antaño utilizadas como silo para cereales o vinos, y hoy convertidas en una acogedora bodega privada que añade carácter y autenticidad a la vivienda. Distribuida en dos plantas, la casa cuenta con tres habitaciones y dos baños. La planta baja acoge una cocina abierta con office para seis comensales, integrada con un amplio salón que se convierte en el corazón social de la vivienda. Una chimenea diseñada siguiendo el modelo de las chimeneas de campo de los años 30 añade calidez y personalidad. Desde aquí se accede a un patio trasero que es una auténtica joya: íntimo, sereno, lleno de encanto mediterráneo. En la planta superior se encuentran los dormitorios, un vestidor, una pequeña galería y un balcón posterior que da a una plaza cerrada, tranquila y elegante, casi secreta. Los materiales utilizados en la rehabilitación han sido seleccionados con especial dedicación: el suelo está formado por piezas de cerámica cocida en horno artesanal de barro, dispuestas en forma de espiga, como era tradición en la época. Las tomas de luz, procedentes de una casa italiana, respetan la estética de época con porcelana trabajada y diseños fieles al estilo original. Las presillas del salón son losas romanas recuperadas, auténticos fragmentos del pasado integrados con sensibilidad en el presente. Los techos, con vigas de madera vistas, evocan la nobleza de las masías catalanas. La carpintería, también en madera, mantiene la coherencia con el diseño original. La luz natural, que entra generosa por los ventanales, transforma los espacios durante el día y potencia la atmósfera cálida y acogedora. Además, esta propiedad mantiene su derecho de vuelo, una característica única que ofrece posibilidades para el futuro sin alterar su esencia. Una vivienda excepcional que no sólo ofrece un lugar donde vivir, sino una conexión directa con la historia de Barcelona. Un refugio elegante y atemporal donde pasado y presente conviven con armonía.

Dispone de dos plazas de aparcamiento en calles colindantes

Tres fincas registrales.

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